09 abril 2007

Nuevamente sentado, pensando, esperando...


Nuevamente sentado, nuevo sitio, nuevo día, pero la misma hora y el mismo motivo. La misma fría brisa recorriendo mi cuerpo, una nueva fuente de calor y de esperanza, pero el mismo oscuro resultado: mi cabeza dando vueltas, mi mente en blanco recorriendo “alegres” parajes tratando de animar el cuerpo y el mismo silencio epifánico del teléfono que sé que por nada del mundo será roto.

Tus ensueños ya se hicieron a la mar, encontraron el mejor sitio para reposar hasta el día siguiente caminando en la neblina que disipa el corazón, pero acorralados sobre un río enamorado de andar desconocido. Ese beso de la vida, la sutil melancolía, los espacios donde miras, todo aquello que te desconcierta en tu vida, que descontrola la mía, y que de distinta forma los dos tratamos de eludir, tú por tus nervios e inseguridad yo por cobardía y temor. Al mismo tiempo que mi mirada te intimida y te dice que no, parte de mí muere dentro sabiendo que cuando tu venzas ese miedo a hablarme yo perderé parte de lo que luego de tanto tiempo me he ganado de ti. Pero ya es hora que nos quitemos la máscara, mañana un nuevo sol brillará sobre la ciudad y cuando caiga el fuckin mezzoirno otra historia se leerá y otros sentimientos reinarán, la tarde será menos tranquila, mi pulso subirá mas aún al verte y tus ojos tendrán otra tonalidad y otro brillo al verme. No quiero presagiar nada malo, pero bajo este frío nocturno y envuelto en el humo del cigarrillo que en la punta de mis dedos se sostiene, es poco lo positivo que se pueda pensar…

Recién se dibuja una sonrisa en mi rostro: me llamaste, tuve nuevamente la dicha de oír tu voz…

1 comentario:

Victor Marin Viloria dijo...

Encantador.

Una sonoridad muy bien lograda.

Mis respetos, hombre del sombrero gris